Curso sobre Alimentos funcionales en Barcelona

El día 28 de septiembre, se celebró en el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, el curso “Alimentos funcionales: qué son, legislación aplicable. ¿Tiene cabida la industria farmacéutica?”.

El curso contó con 3 ponentes de gran envergadura, como Sebastià Vallés, jefe del servicio de Inspección y Control del Mercado de la Agència Catalana de Consum de la Generalitat de Catalunya, que explicó los aspectos legales de los alimentos funcionales, su etiquetado y las alegaciones de salud. Durante su presentación, nos explicó que ya en tiempos de Hipócrates se veía una relación entre los alimentos y la prevención de ciertas enfermedades. Los alimentos funcionales están teniendo un crecimiento exponencial a nivel global y forman parte habitual de la dieta, es decir, no la sustituyen, ya que son alimentos normales. Ejemplos claros de esto son: el pescado azul con sus ácidos grasos Omega 3 y DHA, las zanahorias con el betacaroteno, la soja con sus isoflavonas, el yogurt con los lactobacilus, y, así, un largo etcétera de alimentos que forman parte de nuestra dieta habitual. Por tanto, son alimentos normales y, como tales, deben seguir las normas de etiquetado del Reglamento 1169/2011 y el Reglamento 1924/2006 referente a las declaraciones nutricionales y propiedades de salud de los alimentos. Por último, nos mostró una actuación inspectora y de control realizada el año 2013, que incluía una Campaña Nacional (en la que participaron 7 Comunidades Autónomas) de etiquetado y composición de productos alimenticios con declaraciones nutricionales y propiedades saludables. Los resultados obtenidos fueron que de 199 productos controlados, un 48,24% eran correctos y un 51,76% presentaron irregularidades.

En segundo lugar, Celia Guadaña, en sustitución de Josep Mestres y actual coordinadora de la consultoría legal en Silliker Ibérica, nos enseñó cómo validar las declaraciones nutricionales, de salud y de información nutricional en los alimentos. En su presentación, nos explicó el proceso que se sigue para asegurar que los alimentos cumplan con las cualidades que prometemos en ellos. Con cuatro situaciones prácticas y la resolución a los problemas creados, Celia nos mostró los pasos para conseguir que nuestras declaraciones sean verdaderas y que no se engañe ni defraude al consumidor, ya que esto comportaría sanciones por parte de la Administración.

Por su parte, la Dra. Carmen Vidal, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, nos mostró con muchos ejemplos prácticos las dificultades que pueden existir en ciertos momentos para etiquetar en el alimento una declaración aceptada y que sea comprendida por el consumidor final. Con ello remarcó que las declaraciones han sido escritas en lenguaje científico que debe ser traducido para que un consumidor medio pueda comprenderlas, ya que el texto marcado por el reglamento puede ser modificado, pero: ¿hasta dónde? Al no haber ninguna reglamentación legal que marque los límites de lo que se puede o no decir, la pregunta queda en el aire: ¿puede la Administración llegar a sancionar las declaraciones que han sido modificadas para su mejor comprensión?

Por último, y como conclusión final, ante la pregunta de si un funcional puede reducir el uso de medicamentos, la respuesta está clara: sí pueden reducir su uso, aunque aquí entran en juego los intereses de los grandes titanes farmacéuticos.

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Los ponentes del curso:

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Sebastià Vallés Celia Guadaña Carmen Vidal

 

 

 

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