El pasado 16 de enero, un grupo de 25 seniors se reunió para realizar una visita guiada a la sede del Institut d’Estudis Catalans (IEC) en Barcelona, conocida como la Casa de Convalescencia.
Este edificio civil del siglo XVII fue construido para la recuperación de los enfermos del Hospital de la Santa Creu, situado justo al lado. Su construcción fue posible gracias a la generosa donación de un importante benefactor, Pau Ferran.
Durante aproximadamente dos horas, recorrimos las diferentes estancias del recinto. En primer lugar, visitamos uno de los antiguos comedores, cuyas paredes están decoradas con preciosas baldosas del siglo XVII. Allí vimos un vídeo sobre el IEC mientras nuestra guía nos explicaba el origen del edificio. Luego, salimos al claustro, donde pudimos admirar la estatua de Sant Pau en el centro y las diversas gárgolas que lo rodean.
A continuación, subimos al primer piso por una escalera con un pasamanos de hierro decorado con bolas de cobre, diseñadas para que los enfermos pudieran desinfectarse las manos al tocarlas. En esta planta visitamos la capilla barroca, dedicada a Sant Francesc Xavier, con sus magníficas pinturas. También recorrimos los antiguos dormitorios —hoy convertidos en salas de actos y reuniones—, el huerto-jardín dedicado a Mercè Rodoreda y la sala en honor a Pompeu Fabra. Finalmente, de regreso a la planta baja, nos detuvimos en una sala que antiguamente servía para la recogida de aguas pluviales y donde pudimos contemplar una hermosa escultura del escultor Josep Llimona.
Esta enriquecedora actividad cultural nos permitió conocer la historia del edificio, sus diversos usos a lo largo de los siglos y el papel actual del IEC. Como academia y centro de investigación, el IEC es la institución de referencia en la normativa de la lengua catalana y en numerosos ámbitos del conocimiento. Os animamos a explorar su página web, donde podréis encontrar el vídeo institucional, información sobre sus múltiples actividades y detalles sobre los prestigiosos Premis Sant Jordi, por si os animáis a participar.
Fue una mañana preciosa, llena de historia, cultura y buena compañía. Una experiencia que nos permitió reencontrarnos, compartir momentos especiales y seguir aprendiendo juntos. Finalizamos la visita con una foto de grupo, llevándonos con nosotros no solo el recuerdo del lugar, sino también la alegría de haber disfrutado de un tiempo tan enriquecedor.
Nos despedimos con mucha ilusión hasta nuestra próxima salida, programada para el 14 de febrero. ¡Será un placer volver a vernos y seguir descubriendo juntos!