COMISIÓN SENIOR. DESCUBRIENDO LA MAGIA DE LA FACHADA DE LA PASIÓN

«Un Viaje de arte y espiritualidad: Descubriendo la Magia de la Fachada de la Pasión con Judit Subirachs»

El 24 de abril, Judit Subirachs, hija del escultor Josep Maria Subirachs, nos ofreció una charla en el Espai Subirachs sobre la emblemática Fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. Esta obra, que Subirachs desarrolló entre 1987 y 2009, es tanto un homenaje a Gaudí como una interpretación personal del sufrimiento y la muerte de Cristo.

Entre las condiciones que Subirachs impuso para realizar esta obra, Judit destacó dos fundamentales: vivir en la Sagrada Familia, siguiendo el ejemplo de Gaudí, y tener libertad total en la ejecución de las esculturas, lo que le permitió plasmar su estilo único. La duración del proyecto fue de aproximadamente 22 años, tiempo durante el cual desarrolló una de las fachadas más simbólicas y representativas de la iglesia.

Uno de los detalles más fascinantes de la fachada es el criptograma que aparece en la pared a la izquierda de la puerta central. Se trata de una secuencia numérica que siempre da como resultado 33, la edad de Cristo cuando murió, un mensaje oculto que Subirachs incorporó para añadir una capa más de simbolismo a la obra, si bien Subirachs repite el número 3 a lo largo de la Fachada ya que simboliza la Trinidad cristiana (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y que está presente en múltiples elementos: tres niveles de escenas, grupos de figuras en tríos, y los tres días que transcurren desde la muerte hasta la resurrección de Cristo. Es un recurso simbólico que refuerza el mensaje espiritual de la obra.

La Puerta de Getsemaní, ubicada en el portal de la Fe, a la izquierda de la fachada, muestra la oración de Jesús en el huerto de los olivos, un pasaje que refleja la angustia y el sacrificio antes de su arresto. Esta puerta, con su dramática representación, es uno de los elementos más impactantes de la fachada.

En el centro de la fachada, destaca la Columna de la Flagelación, una escultura que representa a Jesucristo atado a la columna, simbolizando su sufrimiento antes de la crucifixión. Esta figura es especialmente poderosa por su expresión de dolor y serenidad, un reflejo del martirio que Jesús soportó.

Gracias a la charla de Judit, los asistentes disfrutamos enormemente al comprender la profundidad artística y simbólica de la obra, lo que nos permitió apreciar la magnitud de la fachada y el trabajo de Subirachs como nunca antes. La combinación de arte, arquitectura y espiritualidad convierte a esta fachada en una de las más significativas del mundo.

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