Trabajo en equipos transversales: ¿necesitas nuevas habilidades?

El pasado 2 de julio AEFI promovió un taller de desarrollo de las habilidades necesarias para trabajar en equipos transversales. El taller, impartido por Mar Martinez Trueba, coach ejecutivo y de equipos y promotora del proyecto Regulatory3.0, contó con la participación de una veintena de asistentes.

Los entornos de trabajo están cambiando, las organizaciones están cambiando; la estructura vertical tradicional, basada en la jerarquía de ordeno y mando, está trasnochada y en vías de extinción. En el entorno farmacéutico, gran parte de las compañías son multinacionales, con modelos de organización matricial y estructuras de trabajo que trascienden fronteras. Las organizaciones son y tienden a ser hoy día organizaciones de estructura más horizontal, donde los trabajos, las funciones y las responsabilidades se distribuyen en varios niveles laterales y verticales, simultáneamente, y donde tenemos diferentes responsables: jerárquicos y funcionales.

Este es el entorno más actual: nos encontramos trabajando con nuestros pares, identificando objetivos compartidos; lideramos equipos dispersos, coordinando proyectos matriciales e integrando personas e intereses diversos. A esto es a lo que llamamos trabajo transversal o cross-funcional.La transversalidad trasciende las áreas especializadas y contribuye a reforzar una visión compartida. Trabajar en este entorno requiere un liderazgo distinto al “tradicional” liderazgo por jerarquía y, sobre todo, requiere de la capacidad de influir en los demás.

El trabajo en equipo requiere de unas competencias y habilidades; ahora bien, trabajar en equipo en tu equipo natural (con tu equipo de trabajo), en un equipo funcional (con tu área funcional o de especialización) o en un equipo transversal (con distintas áreas de la organización) requiere de habilidades diferentes en cada caso.

Uno de los mayores retos en una organización horizontal es cómo conseguir el esfuerzo colaborativo de personas sobre las que no se tiene mando jerárquico. Esta habilidad, que recibe el nombre de liderazgo lateral, tiene que ver con la capacidad de generar influencia en los demás.

Este fue el foco central del taller: conocer herramientas del “arte de influenciar”; descubrir el estilo de influencia individual, con el que operamos de forma habitual, cada uno en función de su modelo de aprendizaje, estilo de comportamiento y rasgos de temperamento y entrenar otros estilos, no tan afines al propio, para equilibrar todos los estilos de influencia y adecuarlos a la situación, al equipo en el que estés trabajando o al rol que te toque desempeñar. «Cuanto más desarrolles la flexibilidad y adaptes tu estilo de influencia para encontrarte con el estilo del que tienes delante, mayor será tu capacidad para influir sobre él o ella».

La Redarquía es ya una realidad, quizá no de manera formal en el organigrama pero si en la forma de trabajar: liderar e influir con tus iguales o en equipos multidisciplinares es un reto. La capacidad de influir con eficacia es, hoy, una habilidad clave para una nueva generación de líderes.

Los participantes encontraron el curso muy dinámico, sorprendente e inspirador y así lo reflejaron en las encuestas.

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